Hace unos meses tuve la ocasión de presentar el trabajo clínico de Paloma de Pablos y Juan González, expertos en terapia familiar psicoanalítica, en la Asociación Escuela de Clínica Psicoanalítica de Niños y Adolescentes de Madrid.La transmisión transgeneracional es un tema apasionante que nos ayuda a trabajar en la consulta con los pacientes. Tener presente su existencia nos permite, tanto a los pacientes como a mí, comprender su malestar y sus síntomas. También nos orienta en el planteamiento de la estrategia de intervención con las familias de los menores que atendemos.

Como explica María Cristina Rojas, «el síntoma contiene una significación en el sujeto y también en el discurso familiar. Está entrelazado en la urdimbre familiar, la que ineludiblemente le otorga significado y le ofrece determinaciones. El es, a la vez, causa y efecto en la trama familiar».

La sesión clínica se tituló «Trama y urdimbre de la transmisión transgeneracional en los vínculos familiares». La urdimbre lleva a pensar en una forma de tejer, que podría definirse como ordenada y establecida. En un telar cada hilo tiene su lugar. Se podría decir que cuando nacemos llegamos a un telar, a una familia, con lazos afectivos entre sus miembros. Hay familiares que están unidos entre sí por fuertes lazos, más bien parecen cadenas, imposibles de romper. En otros casos, los hilos hace muchos que se rompieron y nadie ha podido hacer un acercamiento.

En ese telar al que llegamos, tenemos asignado un color, más o menos vivo. Tenemos una textura, más o menos suave. Tenemos una consistencia, más o menos fuerte. Un hilo mal colocado, un hilo que se rompe, dará lugar a un agujero en la tela. Crecemos y vivimos en un entramado de hilos que se han ido entretejiendo durante generaciones. Se espera de nosotros que continuemos el mismo tipo de punto transmitido de generaciones en generaciones…

La metáfora del telar puede ayudarnos a pensar con cada paciente. ¿A qué tipo de telar ha llegado él o ella?, ¿hay lugar para la creatividad en ese telar?, ¿se puede improvisar otro tipo de punto?, ¿quién teje?, ¿él o ella?, ¿el destino?

Desde esta forma de pensar, la terapia puede pasar a ser vista como un taller en el que vamos enlazando experiencias para que la persona pueda seguir tejiendo su camino. También se podría decir que en la terapia vamos uniendo flecos que están sueltos para que no queden agujeros por los que se escapen ideas, sentimiento…  En la terapia ayudamos a que cada hilo pueda tejer el telar que quiera.

Aun que en ocasiones o ante determinados pacientes la historia pueda parecer muy determinada e inamovible no es así. Gracias a las posibilidades que se dan fuera de la familia se abren caminos, se enriquecen los posibilidades. Se da paso a la creatividad y a la vida.

Juan y Paloma son referentes en este campo. Paloma expuso los elementos teóricos más significativos desde los que trabajan y Juan mostró una breve intervención terapéutica. Ambos tienen una larga trayectoria profesional donde han aunado la intervención clínica con la social. Desde el año 1993 trabajan en la Asociación Española de Investigación en Psicoterapia y Psicología Social premiada en el año 2000 por su trabajo con familias en situaciones de vulnerabilidad.