Las dificultades emocionales y psicológicas en los niños y adolescentes son más frecuentes de lo que parece. Cuando un menor presenta cualquier tipo de síntoma está diciéndonos que sufre. Nos está diciendo que necesita ayuda. Es importante que los adultos puedan prestar atención al malestar de los menores. ¿Por qué? Porque así les podremos facilitar la difícil tarea de crecer y desarrollarse como adultos sanos.

Son varias las facetas de la vida de los menores que se pueden ver alteradas cuando algo no va bien. Pueden aparecer una gran variedad de problemas. Entre ellos:

– En el desarrollo a nivel general (lenguaje, afectos, cognición…)

– De hiperactividad

– De ansiedad (fobias, ansiedad de separación, obsesiones…)

– Del estado de ánimo (tristeza excesiva, complicaciones en la gestión de la rabia con conductas oposicionistas, vergüenza excesiva…)

– De salud (enfermedades somáticas, dificultades en el control de esfínteres, problemas con la alimentación y con el sueño)

– Dificultades de aprendizaje

– Efectos de vivencias traumáticas y violentas durante la infancia y la adolescencia

A la hora de comprender las complicaciones que presentan los menores es relevante tener en cuenta que no suelen ser causadas por la presencia de un único factor de riesgo. Siempre son resultado de la suma y de la combinación de varios factores. Además, se puede decir que dos menores tienen un mismo problema pero cada uno de ellos lo expresará de una manera diferentes. Eso es lo que nos hace únicos e irrepetibles.

Por eso es importante conocer bien a cada menor para comprender qué le pasa.

Mediante las primeras entrevistas que la psicóloga tiene con el menor y su familia se van ordenando las piezas del puzzle. Se va ordenando el papel y el peso que cada factor tiene en ese menor. Sólo si tenemos una buena comprensión de lo que le pasa podremos ayudar a un menor.

Con este sencillo listado sólo pretendo nombrar las situaciones más comunes por las que las padres piden ayuda. Sin embargo, al ser breve se quedan fuera muchas otras dificultades. Si eres padre o madre, estás preocupado por tu hijo pero no encuentras en el listado lo que le pasa a tu hijo no significa que no os pueda ayudar. Poneros en contacto conmigo y estudiamos vuestro caso.