La adolescencia es el momento en el que el hijo empieza a romper el lazo que tiene con sus padres. Poco a poco su mirada deja de estar dirigida hacia su familia (su padre, su madre, sus hermanos…) Y se dirigirse hacia la sociedad (amigos, figuras relevantes en la sociedad…).
El joven y la joven adolescentes tienen una tarea fundamental en sus vidas. Durante los años que dura la adolescencia, están buscando su identidad. Dicho de otra manera, buscan qué hombre, qué mujer quieren llegar a ser. Fijarse en los modelos que la sociedad ofrece les ayuda a identificarse con personas a las que les gustaría parecerse. Ya no quieren ser como papá o mamá (por muy doloroso que esto sea para los padres). Ahora quieren parecerse a una cantante, a un modelo… Por eso, en este momento de la vida la sociedad pasa a tener una gran importancia.

En este proceso pueden surgir dificultades por parte de los jóvenes y/o por parte de la sociedad. Veámoslo. (Sobre las dificultades que trae el crecimiento de los hijos hablaremos en otros momento…)

– Los jóvenes:

Para muchos adolescentes se hace complicado crecer por lo que ellos piensan qué es ser mayor, adulto. Cada uno construye esa imagen. Cuando esta imagen está asociada a características negativas crecer suele ser complicado y se prefiere seguir siendo un niño o una niña. En estos casos solo se ven perdidas en el cambio. Hay jóvenes que pueden pensar que los adultos son aburridos, van a todas partes corriendo, no tienen tiempo para disfrutar o divertirse. Otros pueden pensar que están locos porque no entienden las cosas que hacen. Con ideas como estas casi nadie querría crecer y pasar a formar parte del grupo de «los adultos».

– La sociedad:

La sociedad tampoco lo pone fácil. Son muchos los expertos que reconocer que algunas características de la sociedad actual dificultan esta tarea a los más jóvenes. Socialmente se les están transmitiendo a los jóvenes que disfruten mientras sean niños, se valora mucho más el presente que cualquier otro tiempo. El futuro se asocia a incertidumbre y pesimismo. Reina la inmediatez, el tenerlo todo ya, el disfrutar ahora… estas características de la sociedad actual NO ayudan a los adolescentes en su búsqueda de ideales y de un proyecto futuro. La vida es sólo un HOY. Se ha perdido el valor del futuro como esperanza. Reina el valor del presente.

Para que un adolescente pueda crecer, separarse de lo familiar y salir a conocer con ilusión el mundo es importante que pueda ilusionarse con el futuro, con su futuro, imaginar qué le gustaría ser o hacer en su vida. Esto les permite ilusionarse, querer esforzarse y usar la creatividad para conseguir aquello que quieren.

Es fundamental para facilitar esta etapa a los más jóvenes que puedan pasar por ella teniendo un proyecto vital. Los adultos pueden ayudar a los jóvenes permitiéndoles fantasear con sus proyectos en esta etapa. Si se pueden realizar o no se irá viendo con el tiempo.

Creo que es importante recordar que un adolescente tiene que fantasear igual que un niño tiene que jugar.