Hoy me gustaría contar un cuento sobre los deseos.

Había una vez una ratita que se encontró un pozo. Pero no era un pozo cualquiera, era ¡un pozo de los deseos! La ratita estaba feliz porque pensaba que todos sus deseos se cumplirían ¡por fin!

Así que hizo lo que hacen las ratitas para pedir deseos a los pozos. Tiró una moneda. «¡Ay!» dijo el pozo. Así pasaron varios días y sus deseos no se cumplían. Cada vez que tiraba una moneda al pozo le dolía. Ella no quería hacerle daño. Pensaba que ya nunca le concedería lo que le pedía.

La ratita estaba triste pero se puso a pensar qué podía hacer para que se hicieran realidad sus deseos. De pronto tuvo una idea. Fue a casa corriendo y cogió una almohada que lanzó al pozo. De nuevo se animó a tirar otra moneda y a pedir otro deseo. Y cuando la moneda cayó… el pozo dijo «Así mucho mejor» y desde aquel día todos los deseos que pedía el pozo ¡se los concedía!

Me gusta mucho este cuento ya que puede ayudar a pensar en los deseos.

¿Los tienen que conceder o están en nuestra mano? Parece que conseguir que los deseos sean realidad no es tan fácil como nos gustaría.

Si quieres te puedo ayudar con tus deseos

En el cuento la ratita llega a sentirse mal por pedir, ¿y tú? ¿Cómo te sientes cuando pides? ¿Sientes que puedes hacer daño con lo que pides? ¿Piensas en el otro? ¿Pides o exiges?… Y ¿Cuándo es el revés? ¿Sientes que tienes que dar siempre que te piden algo? ¿Te puedes negar?… Seguro que a ti te hace pensar en muchas cosas más. ¿Alguna con la que quieres que te ayude?

Un cuento siempre da mucho juego. Otro día os cuento otro. Recuerda que los contenidos de los cuentos se dirigen a la vez, a nuestra mente consciente e inconsciente.

Dejo aquí los datos del cuento original por si lo quieres leer con calma.
Título: El pozo de los deseos
Autor: Arnold Lobel
Editorial: Kalandraka